Conociendo a: Francisca Molina, facilitadora programa PACE del CAP UCM.

Francisca Molina Farías (30) es profesora de matemática y computación, egresada de la Universidad Católica del Maule (UCM). Desde 2015 trabaja como facilitadora del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), parte de las iniciativas de Acceso Inclusivo del Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP UCM). Paralelo a ello, desde el mismo año se desempeña como académica de la carrera de auditoría en la sede Curicó del plantel. Dice sentirse orgullosa de formar parte del programa, toda vez que “ayuda a cumplir metas de muchos jóvenes”, manifiesta.

¿Cómo y cuándo llegó al PACE UCM?

Luego de egresar, continué en la Universidad Católica del Maule, trabajando en el programa Nivelación y Acompañamiento en Matemática (N+A). A través de la Dirección de Docencia, me informaron del programa PACE, averigüé de qué trataba, y decidí postular -en ese momento- al puesto de coordinadora del área de Matemática, ingresando a trabajar el 24 de agosto del 2015.

¿Cuál ha sido su experiencia en el PACE UCM?

Trabajar en el PACE UCM ha sido realmente gratificante, porque puedes aprender mucho de todo el equipo de profesionales que conformamos el programa y también de los integrantes de los establecimientos. Pero, sin duda, lo que más puedo destacar es lograr expectativas en los estudiantes y en sus familias, que puedan ver la educación superior como una realidad. Por lo cual, me siento muy orgullosa de formar parte de este programa, que ayuda a cumplir metas de muchos jóvenes.

¿Cuál cree usted que ha sido su principal logro personal? ¿Y del programa? ¿Por qué?

Creo que mi principal logro es trabajar en lo que realmente me gusta, que es la educación, y trabajar en el programa PACE me ha ayudado a, no solo desarrollarme en mi disciplina, sino en la función más social y en el objetivo principal de la educación, que es el desarrollo humano, el preocuparse por el otro y su éxito y contribución a la sociedad.

Del programa, su mayor logro sin duda es el vínculo que se ha logrado entre los establecimientos, la comunidad educativa y la educación superior, esto ha ayudado a que los estudiantes quieran continuar estudios, ya que el programa ha logrado, a través de diferentes actividades, reforzar el área vocacional, consiguiendo que los estudiantes vean una ampliación en sus posibilidades al salir de la educación media.

A su juicio, ¿qué falta por mejorar a la educación en el país o región?

Que la educación deje de entregarse para el éxito individual, que las familias, los docentes puedan tener claro: “¿para qué formamos?, ¿para qué educamos?” Que los estudiantes vean en la educación etapas de aprendizajes, necesarias para su formación personal y profesional. Tenemos que lograr una educación menos estandarizada y más cualitativa, para así realmente potenciar los intereses y talentos de los jóvenes.